sábado, 9 de junio de 2012

La integración económica y su futuro


Respecto a la integración económica, considero que existe un alto riesgo de retorno al proteccionismo. Sin embargo, hay que distinguir entre políticas perjudiciales que restringen unilateralmente el comercio y la inversión, provocando la afectación del tercero y, por otro lado, políticas de crecimiento hacia adentro, ya sea para beneficio interno de un país o de una región económica. A parte del riesgo de retorno a un proteccionismo perjudicial, existe la posibilidad de una cooperación al interior de las regiones económicas para combatir la crisis actual.

Las medidas que un país toma deliberadamente para interrumpir el comercio internacional o la inversión, congelar créditos, etc., resultan ser perjudiciales en el entorno internacional, tanto más en medio de una crisis que amenaza con ir y regresar. Los países suelen dar este giro cuando consideran perjudiciales sus relaciones con el exterior; sin embargo en el marco del multilateralismo (guiado por los organismos como la OMC y el FMI), donde existen tratados entre países para mantener el libre comercio e inversión, se abre la posibilidad de avanzar en la toma coordinada de decisiones por parte de grupos de países que ya son parte de una integración regional, con el fin de crear una zona de seguridad ante los embates económicos provocados por la volatilidad financiera y por la debilidad del comercio. Las medidas cooperativas pueden apuntar al control del déficit fiscal, al control de inflación, pero no dejando a un lado las políticas sociales y de desarrollo.

Las economías avanzadas están teniendo poco crecimiento y altos porcentajes de deuda/PIB, mientras que las economías emergentes mantienen crecimiento estable y menores porcentajes de deuda/PIB; sin embargo, la circulación del capital financiero y los altibajos en los precios de las exportaciones de los países emergentes, pueden afectar el desempeño de sus economías (FMI, 2012).

La integración económica muy probablemente tomará un cause de consolidación de los bloques regionales, una mayor reglamentación del capital financiero internacional y si se logra abatir la crisis mediante la toma de medidas institucionales, podría lograr a mediano plazo la reivindicación de los organismos multilaterales. Sin embargo, si no se toman medidas coordinadas lo más pronto posible para aprovechar los beneficios de la globalización, podríamos bordear el fin del lado positivo de la globalización (Beroza 2009 cita a Stiglitz, 2009), lo cual implica una crisis sistémica: social, ecológica, económica, política. Sin embargo no será la primera vez que este tipo de iniciativas pasen pruebas duras, como las actuales, y que las logren pasar, ya que el sistema actual tiene capacidad para adaptarse y defenderse de las amenazas a última hora, justo antes de cruzar el borde (Tamames, 2008).

FMI (2012). Perspectivas de la economía mundial, Abril de 2012. Reanudación del crecimiento, peligros persistentes.

TAMAMES, Ramón (2008) En torno a las Siete vidas del gato. El estado del capitalismo global. (Entrevista de Antonio G.González). II Seminario Atlántico de Pensamiento. España

BERZOSA, Carlos (2009) Salidas a la crisis en el orden internacional. Tribuna CARLOS BERZOSA. El País. Madrid: Ediciones El País. En:
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Salidas/crisis/orden/internacional/elpepiopi/20091020elpepiopi_4/Tes#


La integración de los países del Sur económico: Retos y oportunidades.


Los retos consisten en consolidar y fortalecer paulatinamente las relaciones de cooperación entre los países del Sur Económico, tanto los cercanos como los lejanos; es decir, África debe fortalecer su integración propia, pero también abrirse a una integración estratégica con Asia y Latinoamérica; lo mismo con Latinoamérica, fortalecer la cooperación entre sus propios bloques y con África y Asia. En el caso de Asia Oriental, nos esta dando un ejemplo de cómo integrarse rápida y eficientemente a pesar de no contar con la formalización y homogenieidad esperada por muchos; Asia Occidental también debe foralecer sus relaciones con Europa y el resto de los bloques cercanos. Otro reto importante estriba en la necesidad de no sólo mirar hacia afuera, sino hacia adentro, hacia el desarrollo social y político de las propias poblaciones; aprovechar la integración global para obtener beneficios locales, ya que muchos de los países de la integración Sur-Sur cuentan con poca estabilidad política, económica o social.

Si se conecta la integración regional (tratados comerciales) con el desarrollo social interno (políticas de desarrollo social), se obtendrán los beneficios de una integración exitosa para los países del Sur, "no sólo aumenta el poder de negociación frente a terceros países [refiriéndose a los países más poderosos], sino también frente a otros esquemas de integración propios del continente en cuestión en los que no participen los países del acuerdo comercal analizado" (SGESE, 2001, p. 5). Estos retos apuntan a lograr que los países menos desarrollados de la integración Sur-Sur puedan crecer sin depender de los países del Norte económico y fortalezcan su soberanía en las áreas en las que no la poseen (alimentación, energía, gobierno, etc.), se trata de que los países de Latinoamérica, Asia y África aspiren a ser agentes activos en la toma de decisiones a nivel global, no condicionados por los centros de poder (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE ESTUDIOS DEL SECTOR EXTERIOR, 2000, citado por SGESE, 2001).

De los países de África, varios tienen fuertes problemas para sentar las bases de una sociedad estable (existen conflictos armados desde hace años), por lo que las actividades económicas permanecen en niveles precarios (salvo en las áreas con inversión extranjera) y no hay una organización política estable que impulse el crecimiento. Países como Somalia, Camerún, Chad, Guinea Ecuatoriana, tienen bajos niveles de alfabetización y baja esperanza de vida (PNUD, n.d., citado por EXPOSITOR y MOHEDANO, I., 2004).

América Latina, que esta creciendo de manera importante y requiere fortalecer los lazos regionales, ya que, teniendo potencial económico y social han fracasado en el pasado varios de sus intentos de integración comercial y económica o no han tenido el éxito esperado, síntoma de los procesos de integración Sur-Sur en el pasado reciente (SGESE, op. cit), teniendo que replantearse los retos en el contexto actual. Los países de Asia-Pacífico, que representan la posibilidad de liderear los procesos económicos globales desde el lado de los países emergentes, con enfoques más cooperativos.

Los países más desarrollados de la región Sur deben hacer el papel de liderear la cooperación en el Sur, pero también la de incrementar su fortaleza ante el Norte económico para ser el contrapeso internacional necesario en el entorno global en crisis, que requiere diferentes respuestas para el desarrollo y continuidad político, económico y social. Me estoy refiriendo particularmente a los países del Grupo BRICS, que se compone de Brasil, Rusia, India, China y Sudamérica (aunque Rusia está en el norte). Estos países emergentes se han establecido como columnas económicas globales, pero tienen fuertes retos sociales y económicos al interior de sus territorios; deben de corregir los excesos propios para poder mantenerse como líderes globales. A estos países les podemos atribuir un efecto de contención a la crisis económica global, aunque mantienen altos índices de desigualdad de ingresos (PNUD, 2012).


SGESE (2001) Los acuerdos regionales Sur-Sur: ¿una alternativa para desarrollo? En: BOLETÍN ECONÓMICO de ICE N° 2710, del 26 de noviembre al 2 de diciembre de 2001. Madrid: ICE

EXPOSITOR y MOHEDANO (2004) Procesos de Integración en África 

PNUD (2012). Página oficial: http://hdr.undp.org/es/